Pensamientos de lo profundo
 
Martin Heidegger (Messkirch, Alemania, 26 de septiembre de 1889 - Friburgo de Brisgovia, 26 de mayo de 1976) fue un filósofo alemán.

Estudió teología católica y luego filosofía en la Universidad de Friburgo de Brisgovia, donde fue discípulo de Husserl, el fundador de la fenomenología. Comenzó su actividad docente en Friburgo en 1915, para luego enseñar durante un período (1923–1928) en Marburgo. Retornó a Friburgo en ese último año, ya como profesor de filosofía.
Obra
La obra fundamental de Heidegger y la mas conocida, es "El ser y el tiempo", publicada en febrero de 1927.

El ser y el tiempo 
El ser es, para Heidegger, un descubrimiento griego. Ahí está Parménides; pero en seguida la "visión" (idea, teoría) del ser ocultó -con Platón- al ser mismo. Y ese "olvido del ser" habría continuado durante siglos... hasta Heidegger. Para él, la pregunta fundamental es: " ¿Por qué hay absolutamente algo en lugar de haber nada?". O, con otras palabras: ¿por qué el por qué? " El preguntar de esta pregunta es el filosofar." En esta búsqueda del ser, no podemos responder con la fe cristiana, porque antes de plantearse la pregunta el creyente posee ya la respuesta: todo ser, distinto de Dios, ha sido creado por Dios. Eso es así para la fe, pero habría que concluir -con San Pablo- que, para la fe, la filosofía es locura. Para Heidegger una filosofía "cristiana" es un círculo cuadrado.


Heidegger no se considera propiamente como un existencialista por que su preocupación fundamental, según a lo que él decía, no es la existencia humana sino el sentido del ser en general. 
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Heidegger le confiere a la filosofía un estudio o una investigación especifica y única que es la de el ser. Entonces la principal diferencia entre la ciencia y la filosofía será el campo de estudio de cada una. 

El "Dasein" (que en alemán significa "el ser-ahí") es la existencia, la realidad humana, el estar siendo, el cual es más importante sobre los demás entes o seres porque en el curso de su comprensión se abre, se revela la realidad del ser. Ahí es donde radica su importancia, la importancia del ser, pero ser general, no del ser siendo. 

El hombre es el pastor del ser
El hombre es el pastor del ser: dicese de ese hombre que guarda, proteje cuida a su propio ser.

Existencia autentica....Existencia inautentica.
Para comprenderse, el hombre puede adoptar como punto de partida, o bien a sí mismo, o bien al mundo y a los demás hombres. En el primer caso tiene una comprensión auténtica, mientras que en el segundo tiene la comprensión inauténtica, que es el fundamento de la existencia anónima. La existencia anónima es el reino del «se», donde domina totalmente el se dice o el se hace.

Heidegger insiste en que el abandonarse a esta actitud significa aceptar una de las posibilidades que la existencia humana ofrece, puesto que la estructura impersonal de la vida social es también constitutiva del modo de existencia del ser humano, que es ser-en-común. Podría decirse que la existencia inauténtica es una tentación que acecha al hombre que vive en sociedad. Pero abandonarse a ella es tomar un camino que, lejos de permitir la realización de su genuina trascendencia, es decir, la persecución de las posibilidades que le son más propias, termina depositando al hombre al mismo nivel que las cosas del mundo. Cuando ello ocurre, podemos decir que la existencia se ha desprendido de sí misma y ha caído en el mundo, ha quedado atrapada en él. El yo ha sido sepultado dentro del uno.

Método fenomenológico
Heidegger aplica el método fenomenológico incorporando a este, el elemento de una hermenéutica o interpretación que permita justamente interpretar las condiciones de posibilidad de los fenómenos.


Muerte
El temor no encuentra su origen en un objeto determinado y definido. Lo que al hombre le inspira temor es el mundo como tal. En el temor el mundo se le aparece al hombre irremediablemente en toda su nada. Un mundo que es ajeno a él. En el temor el hombre se encuentra a sí mismo como un ser arrojado a un estado en el que no está a gusto, y si trata de escapar de este hecho duro, si se refugia en el ser uno-como-muchos (das Man), su ser, su existencia se vuelve inauténtica.La muerte tiene que ver por tanto con la libertad del hombre, ya que la libertad de ser auténticamente uno mismo se revela en el temor como libertad-para-la-muerte.

El destino final de la vida es la contingencia; esa es la ley natural de la existencia. El rehuir al final de la posibilidad radical es una lucha inútil, pues no se pueden luchar con las fuerzas de la naturaleza, además que es la finalidad del ser-ahí cumplir como ser-en-el-mundo su ultima posibilidad; donde se extinguen los proyectos pero no las posibilidades. La muerte es un incomprensible absoluto, y el hombre al angustiarse, rehuye y no acepta el hecho de que la inmortalidad es imposible .El hecho de que algún proyecto o alguna posibilidad fracase, no es motivo de anticiparse el destino final....El suicidio.

Quien piensa a lo grande tiene que equivocarse a lo grande
-Martin Heidegger





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    Autor

    Héctor Orendain Licón
    Estudiante del Grupo 603 de la capacitación de Analísis Clínicos, Próximo estudiante de Psicología Clínica, basa sus conocimientos de la Filosofía Moderna en aspectos de la mentalidad del hombre moderno.

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    June 2013

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